Llega el frío: comunidades energéticas
18/11/2025
¿Es posible, en lugar de tener cada uno una caldera o bomba de calor en casa, compartir infraestructura? Lo cierto es que sí, tanto a nivel comunitario como de barrio, aunque estas son palabras mayores que dependen de los ayuntamientos.
Muchas fincas disponen de sistemas de calefacción y agua caliente centrales, con calderas en el sótano o máquinas con bomba de calor en la azotea. Comparado con soluciones de tipo 1×1 —un vecino, una máquina—, son una opción para ahorrar energía en edificios: suponen un enorme aumento de eficiencia y un notable ahorro en costes.
El mantenimiento de estos sistemas es compartido. Una mancomunidad de vecinos constituida por una docena de portales puede compartir tres grandes juegos de máquinas de clima, de forma que sea inviable la rotura de las tres al mismo tiempo. El reto, claro, radica en la ubicación de las máquinas.
Este tipo de sistemas comunitarios, combinados con la posibilidad de mancomunar tejados, puede hacer que comunidades enteras de vecinos se vuelvan independientes de la red de gas o de la combustión urbana. En manos de las comunidades de vecinos está la llave de la descarbonización local, combinando energía solar y bombas de calor.
Fotovoltaica compartida
Si se comparte tejado, también es posible compartir generación de energía solar con fotovoltaica —o agua caliente con placas termosolares—. Mancomunar el tejado aporta grandes ventajas para ahorrar energía y dinero en los edificios porque los horarios de los vecinos se combinan de tal manera que la amortización ocurre antes.
Se ajusta mucho mejor el factor de simultaneidad, ya que es más probable que haya momentos en los que algunos vecinos no consuman energía y otros sí.
Comunidad energética
También es posible formar una comunidad energética que no tenga que estar necesariamente situada en la propia comunidad de vecinos. Pueden ser instalaciones de generación de energías renovables (como plantas fotovoltaicas o de generación de biogás a partir de residuos urbanos) de las que se surten varias viviendas y empresas de un municipio.
Es una forma virtual de compartir tejado, muy similar a la de mancomunarlo, aunque algo más compleja de ejecutar.
En España existen ya docenas de comunidades energéticas que abasgtecen a más de 20.000 hogares y comercios. En total, se espera que eviten la emisión de más de 81.800 toneladas de CO₂ al año.



